La lactancia materna contiene los nutrientes necesarios para mantener bien alimentado a tu bebé en los primeros años de vida, así como asegurar su sano desarrollo.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, posteriormente, la introducción de alimentos apropiados para la edad y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
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1. Confía en ti
La lactancia materna es la forma ideal de alimentar al bebé y lo normal es que todas las mujeres produzcan suficiente leche si dan el pecho a sus hijos en una posición adecuada y a demanda, es decir, siempre que el bebé quiera y el tiempo que quiera.
2. El bebé no solo mama por hambre
Recuerda que el bebé también mama por razones diferentes al hambre (consuelo). Es lo que se llama succión no nutritiva.
El contacto piel con piel le da calor, seguridad y alimento, además facilita la adaptación del bebé a la vida fuera del útero y favorece el vínculo con la madre.
3. La lactancia NO debe doler
Si sientes dolor o molestias al amamantar, es posible que la postura o el agarre no sea el correcto. Asegúrate de que el bebé succiona en una postura correcta y de modo eficaz.
La madre debe estar cómoda (mejor recostada), con todo el cuerpo del bebé apoyado sobre su cuerpo. Debe ser el bebé quien se acerque al pecho y lo encuentre y no la madre la que desplace el pecho hasta su boca. El bebé busca solo el pezón moviendo la cabeza de lado a lado mientras abre la boca, de esta forma la tiene completamente abierta cuando se agarra al pecho y empieza a succionar.
Esto se llama “agarre espontáneo”.
4. Delegar tus actividades
Procura delegar las tareas domésticas (compra, limpieza, cocinar, etcétera) para poder dedicarte plenamente a tu hijo. No siempre será tan demandante como en sus primeras semanas de vida, pero en ese periodo te necesitará más que nunca.
5. Beneficios para la madre
La lactancia materna también es beneficiosa para las madres. Funciona como un método natural (aunque no totalmente seguro) de control de la natalidad (98% de protección durante los primeros seis meses de vida).
Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario, diabetes de tipo 2 y depresión postparto.
Además de los beneficios inmediatos para los niños, la lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida.
Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.