Te gustaría saber sobre la educación musical en la pedagogía Montessori, además de sus beneficios? Te lo contamos!
En la pedagogía Montessori, la enseñanza de la música se realiza de manera integral y holística, siguiendo los principios fundamentales de esta filosofía y permitiendo que sea el niño quien descubra la música mediante la exploración y la expresión individual según sus propios intereses. Para ello, es fundamental que los niños tengan la oportunidad de explorar diversos instrumentos y estilos musicales de acuerdo con sus intereses individuales y ritmo de aprendizaje.
Para educar a los niños en la música según la pedagogía Montessori, debemos seguir las siguientes recomendaciones:
1. Preparar un ambiente adecuado
Al igual que en otros aspectos de la pedagogía Montessori, debemos preprar el ambiente para la educación musical. Esto implica el tener a la mano una variedad de instrumentos musicales y colocarlos de manera ordenada en estanterías al alcance de los niños.
2. Presentación de los instrumentos musicales
Los instrumentos deben tener un tamaño adecuado para la edad del niño/a y así facilitar su manipulación. El adulto debe presentar los instrumentos musicales de manera gradual y respetuosa animandolo a elegir el instrumento que desee o le despierte curiosidad, favoreciendo en todo momento la libre exploración del niño según sus intereses individuales.
3. Presentar actividades musicales variadas
Además de hacer música con instrumentos, el adulto puede presentar al niño otro tipo de actividades musicales como cantar canciones, explorar ritmos corporales o crear improvisaciones musicales. Igualmente, se puede fomentar en los niños la apreciación musical mediante la escucha de los diferentes géneros musicales o aprendiendo sobre compositores famosos.
4. Guiar sin dirigir
El educador en un entorno Montessori actúa como un guía y un facilitador, no como un instructor tradicional. Debe estar atento a los intereses y necesidades individuales del niño y ofrecer apoyo y orientación cuando sea necesario.
Te preguntarás cuáles son los materiales más adecuados para empezar a enseñar música, te lo decimos a continuación:
- Instrumentos de agitación como cascabeles, palos de lluvia, muñequeras, maracas o campanas. Son fáciles de sostener y agitar, por lo que resultan perfectos para acercar la música a los niños desde bebés. Entre sus beneficios destacan también el desarrollo de la coordinación motora fina y la comprensión de cómo el movimiento afecta el sonido.
- Campanas Montessori. Es el material musical Montessori por excelencia. Cada campana tiene un color y tamaño diferente para representar las notas musicales. Los niños pueden explorar las campanas tocándolas con suavidad y escuchando las distintas notas que producen.
- Instrumentos de percusión. Los tambores son uno de los primeros instrumentos de percusión que los niños aprenden a utilizar, y en Montessori se recomienda especialmente, pues permiten enseñar ritmo y coordinación. A medida que el niño vaya desarrollando sus habilidades motoras finas y coordinación podemos ofrecerle otros instrumentos como claves, triángulos, crótalos, xilófonos, metalófonos o cajas chinas, que resultan también ideales para aprender a diferenciar los sonidos cortos de los largos.
- Instrumentos de viento. Entre los instrumentos de viento más recomendados en Montessori destaca la flauta de ´embolo, pues es muy fácil de manejar desde temprana edad y permite al niño explorar melodías simples e ir controlando de forma progresiva su respiración.
Según Montessori, estos son los beneficios que tiene para los niños la educación musical:
- Favorece la expresión y canalización de sentimientos y emociones.
- Les permite explorar una amplia gama de sentimientos y estados de ánimo, lo que les ayuda a desarrollar habilidades emocionales y de autoexpresión.
- Les permite mejorar su sensibilidad auditiva agudizada también puede influir positivamente en su capacidad para aprender otros idiomas y desarrollar habilidades matemáticas.
- Contribuye al desarrollo de la Coordinación motora y y la conciencia espacial de los niños.
- Favorece el desarrollo de habilidades de enfoque, concentración y atención, así como la memoria de trabajo y mejora el desempeño.
- Fomenta la colaboración y la interacción social, pues los niños se unen para crear melodías juntos, cantar en grupo o participar en actividades rítmicas que favorecen la comunicación y la cooperación.
- Se fomenta la improvisación musical, lo que permite a los niños crear su propia música. Esto desarrolla su capacidad de pensar de manera creativa y les ayuda a aprender cómo resolver problemas en el contexto musical.
- Favorece la adquisición del lenguaje, la comprensión lectora, el procesamiento auditivo rápido y el desarrollo de una mayor conciencia fonológica.
Como ves son muchos los beneficios, anímate a acercar a tus pequeños a la música con esta metodología Montessori!.
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