La relación entre abuelos y nietos es casi mágica. Se trata de una relación espontánea donde los nietos tienen la posibilidad de conocer historias y anécdotas familiares, gracias a sus abuelos. 

Ver a los abuelos criando nietos mientras sus padres trabajan es una situación muy común en los tiempos de ahora. Por lo tanto es un rol que muchos de los abuelos asumen con amor y dedicación, y conlleva varios retos y responsabilidades que debemos valorar.

La relación que se establece entre abuelos y nietos es única y especial. Es más que evidente por la manera que tienen de mirarse, de hablarse y de jugar. Se trata de un tipo de vínculo muy importante para nuestros hijos, pero también para nuestros padres o suegros.

 Estar juntos aporta multitud de beneficios a los peques pero también a los abuelos quienes se llenan de vitalidad y alegría. Es por eso que el vínculo entre abuelos y nietos es algo inexplicable. 

Sin embargo los abuelos también deben evitar la sobreprotección, el exceso de exigencia y de dominancia. Los nietos a su vez, deben acogerlos, respetarlos y amarlos, pues son personas muy especiales que hacen parte de una experiencia única e irrepetible que dejará huella por siempre en sus vidas, creando a la vez recuerdos que perduran en su vida, y que crearán anécdotas.

Los niños también aportan a los abuelos. Ellos les retribuyen alegría, felicidad, amor, el sentirse útiles y les ofrecen deseos de vivir. Esto es casi una terapia medicinal para ellos.

Por lo tanto a los niños les encanta estar con sus abuelos porque les explican cosas distintas, les escuchan, les preparan sus comidas favoritas y, por lo general, les suelen consentir más. 

Y es que el papel de los abuelos no es el de educar, aunque sí remar en la misma dirección de los padres. 

Por eso debes educar a tu hijo para que ame por siempre a sus abuelos y cree este vínculo afectivo tan importante.

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