Los niños y niñas no juegan para aprender, pero aprenden porque juegan
Jean Piaget
Los bloques de construcción son una gran estrategia para el desarrollo de los niños ya que a través de ellos adquieren múltiples beneficios.
Los juegos de bloques permiten hacer actividades que están orientadas a la obtención de un producto real, al cual se le asignan significados a partir de las representaciones externas.
Se pueden entrelazar con los juegos simbólicos, en la medida en que se construyen escenarios para desarrollar diversas creaciones como por ejemplo una ciudad, un castillo, una casa, etc.
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Desarrollo del lenguaje
Los niños aprenderán a identificar distintos tamaños, colores, formas, entre otros. Hay que motivarlos a que vayan contando lo que están construyendo, qué colores agarra o la forma del bloque, lo cual permite que vaya ampliando su vocabulario, estimulando así el desarrollo temprano del lenguaje.
Motricidad fina
Ayudan a los niños a desarrollar la coordinación bilateral. Permite establecer el dominio de la mano y la lateralidad es una importante habilidad motora fina que se transfiere a tareas como escribir con un lápiz y sostener el papel con la mano no dominante.
Memoria visual
Jugar con bloques de construcción permite asociar figuras y reproducirlo a modelos reales como crear una casa o un castillo lo cual fomenta la mejora de su memoria visual.
Favorecer habilidades sociales
Son de apoyo para aprender a seguir reglas y poder esperar un turno. Favorece la cooperación poniéndose de acuerdo en qué construir.
Fortalecer su creatividad
Los bloques de construcción permiten a los pequeños “poner fuera de sí” sus ideas y de esa manera confrontar lo que ven con sus intenciones. De este modo, pueden modificar sus obras a fin de que se ajusten cada vez más a lo pensado o anticipado.