La frustración se define como aquel sentimiento que surge cuando no podemos satisfacer nuestros deseos. Ante ella, solemos reaccionar con ira y ansiedad, principalmente.
La tolerancia a la frustración es la habilidad para minimizar el malestar que genera la no consecución de nuestros deseos. Para manejarlo, para que no nos bloquee. Es una forma de garantizar la estabilidad emocional frente a situaciones en las que las cosas no salen como queríamos.
Ten en cuenta que no significa resignarse y abandonar, y no hacer nada para “pelear” por lo que queremos. No, lo que hace es que afrontemos la frustración de un modo adaptativo, sano.
Es importante que recuerdes que no solo se llega a ella por la combinación de dos factores: la maduración (los bebés y los niños más pequeños no tienen las capacidades necesarias para desarrollarla aún) y el aprendizaje (junto con la práctica). De ahí la importancia de ofrecerles a los peques un modelo y unos recursos que les ayuden en este aprendizaje.
Para ayudarte con ello te compartimos 3 tips para enseñarle a tu peque a tolerar la frustración:
- Enséñale a identificar el sentimiento de frustración: “Veo que te está gustando trabajo realizar eso y te estás frustrando respira Inténtalo una vez más”
- Busquen alternativas para resolver conflictos: “Veo que se quebró tu juguete ¿qué crees que podamos hacer para repararlo?”
- Que el fracaso comience a verlo como oportunidad: “Entiendo que te sientes triste porque no ganaste tu partido, lo importante es que te divertiste y te esforzarte, no te preocupes para el próximo partido tendrás otra oportunidad para ganar”
Recuerda que como padre o madre eres su principal modelo a seguir, por ello el cómo reacciones ante los conflictos y el como toleres la frustración será la forma en como tu peque lo ira haciendo, por ello pueden juntos ir retomando estos tips para tolerar la frustración de una manera sana y adaptativa.
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