La música ofrece una forma única de expresión y comunicación, y puede ser incorporada de diversas maneras en la vida de un niño.
Los niños establecen una conexión con la música desde antes de nacer, esto debido a que el oído es el primer sentido que se desarrolla en el útero. Este órgano sensorial les permite distinguir tanto sonidos provenientes de la madre, como el latido cardíaco y la relajación de la madre, como sonidos externos, incluyendo ruidos y música, dando origen a un mundo sonoro único. Por medio de los sentidos y las sensaciones, los pequeños empiezan a interactuar y a desarrollar su pensamiento, siendo la música una herramienta fundamental que les permitirá descubrir y aprender desde sus primeros momentos de vida.
Existen numerosos beneficios derivados de la estimulación musical pero ¿de qué manera impacta en el crecimiento de los niños?
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1. Desarrollo del lenguaje
La exposición a la música puede ayudar en el desarrollo del lenguaje, ya que a menudo implica patrones rítmicos y melódicos que pueden fortalecer la percepción auditiva y la discriminación de sonidos.
2. Desarrollo cognitivo
La práctica musical puede mejorar las habilidades cognitivas, como la memoria, la atención y la resolución de problemas. Los niños adquirieron la habilidad de recordar y repetir lo que escuchan, fortaleciendo su memoria de manera divertida mediante el canto.
3. Desarrollo emocional
La música puede ser una forma poderosa de expresar y explorar emociones. Escuchar canciones alegres, relajantes o enérgicas puede influir en el estado de ánimo de un niño. Además, hacer melodías, ya sea cantar o tocar un instrumento, les permite expresarse de manera creativa.
4. Desarrollo motriz
A través de la música, los niños exploran y revelan las capacidades de su movimiento y las posibilidades sonoras de su propio cuerpo. Gradualmente, adquieren conciencia de su esquema corporal, formando una imagen más precisa de sí mismos. Bailar al ritmo de la música les proporciona una nueva vía de expresión corporal, sincronizando sus movimientos con el ritmo.
La fusión de la música y el baile no solo estimula los sentidos, sino que también promueve el equilibrio, el desarrollo muscular, mejora la coordinación, favorece el sueño y reduce el estrés. Ajustar sus movimientos a diferentes melodías contribuye al control rítmico de su cuerpo.
5. Desarrollo social
La participación en actividades musicales grupales, como coros o bandas, puede fomentar habilidades sociales como la cooperación, la comunicación y el trabajo en equipo.
6. Estimulación sensorial
La música involucra múltiples sentidos, como la audición y el sentido del ritmo. Esto puede ayudar a mejorar la percepción sensorial y la coordinación motora.
7. Fomento de la creatividad
La música es una forma artística que fomenta la creatividad. Animar a los niños a crearla, ya sea improvisando con instrumentos o componiendo, puede ser una.
Es importante señalar que la influencia de la música en el desarrollo infantil puede variar según la edad del niño y la forma en que se introduce la música en su vida. La participación activa, como tocar un instrumento o cantar, puede tener beneficios adicionales en comparación con simplemente escuchar música de forma pasiva.
Hay una inmensa cantidad de canciones que puedes presentarle a tu pequeño, en el siguiente link te dejamos una sugerencia para que puedas inspirarte: https://www.youtube.com/watch?v=mnJ7Wk1FASA, esta canción te ayudará a estimular la atención y el seguimiento de instrucciones.
