Las reglas son parte esencial en la crianza de tus hijos; sin embargo, tienes que saber que no deben establecerse desde el miedo y la imposición, sino en función de brindarle una orientación a sus conductas.

Es normal que tengas miedo a imponer prohibiciones y castigos a tus hijos, pero recuerda que, el amor hacia tus hijos también se demuestra cuando les pones reglas.

Entonces, ¿defraudas a tus hijos cuando les pones reglas?

No, no defraudas a tus hijos cuando les pones reglas, si estableces reglas desde el amor estás contribuyendo saludablemente en su desarrollo como futuro ciudadano.

Es normal que en ocasiones sientas que no estás haciendo bien las cosas y que quieras modificar las reglas para atenuar el regaño.

Algunas veces, pensarás que no son lo suficiente objetivas y claras para tu hijo porque va a saltarse los límites que estableciste y deberás modificarlas.

¿Establecer opciones?

¿DEFRAUDAS A TUS HIJOS CUANDO LES PONES REGLAS?

Esta pudiera ser una de las respuestas para dejar que tus hijos tengan la oportunidad de decidir cómo cumplir las órdenes que les das.

Un ejemplo de esto es, a la hora de vestirse, puedes preguntar, ¿Quieres elegir qué te quieres poner o lo elijo yo? De esta manera le harás entender que su opinión también es valiosa.

¿De qué manera ser firme?

Siempre debes hacer uso de la firmeza; sin embrago, ¿Deberá ser aún mayor cuando exista resistencia por parte de tu hijo en cumplir las reglas?

La respuesta es no, los límites firmes se aplican mejor cuando les hablas con un tono de voz seguro, porque das la opción de elegir o no.

Un ejemplo de esto es cuando su cuarto está desordenado, puedes decirle: Debes limpiar tu cuarto para que se vea más limpio y ordenado, ¿De acuerdo?

¿Por qué es tan difícil poner reglas?

Te dejamos algunas de las razones por las cuales tiendes a evitar poner reglas en casa a tus hijos.

  • Te asusta defraudarlo
  • Tratas de compensar tu falta de tiempo y dedicación hacia tus hijos con una actitud más comprensiva.
  • No sabes o no quieres decir “NO”
  • Te preocupa que los que te rodean te consideren un padre o madre autoritario/a.
  • No quieres que sufran con reglas impuestas desde el temor, como las que sufriste tú.
  • No quieres frustrarlos y haces comentarios como “Todavía está chiquito, lo va a aprender cuando sea mayor”.
  • Te da pereza corregir y prefieres evitar conflictos.

Te sugerimos revisar nuestro artículo ya publicado “CASTIGOS Y SOLUCIONES: LA SILLA DE PENSAR O TIEMPO FUERA ¿FUNCIONA?”, sólo da clic aquí. Finalmente, puedes revisar el artículo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o UNICEF sobre “¿Cómo poner límites a niños de 5 a 11 años sin violencia?”, dando clic aquí.