Estos tratamientos pueden ser, la logopedia, usando dispositivos para mejorar la fluidez o con terapia cognitiva conductual.

Esta es  frecuente en los niños pequeños como un aspecto habitual del aprendizaje del habla

La tartamudez, también llamada «balbuceo» o «trastorno de la fluidez al comienzo de la niñez», es un trastorno del habla que conlleva problemas frecuentes y considerables de fluidez normal y de continuidad del habla.

Las personas que tartamudean saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades para decirlo. Por ejemplo, pueden repetir o prolongar una palabra, una sílaba, una consonante o una vocal. O es posible que hagan pausas mientras hablan porque han llegado a una palabra o sonido problemáticos.

Es posible que los niños pequeños tartamudean cuando sus capacidades del habla o del lenguaje no se han desarrollado lo suficiente como para seguir el ritmo de lo que quieren decir. La mayoría de los niños supera esta tartamudez del desarrollo.

La fluidez del habla puede verse alterada por otras causas que no sean la tartamudez del desarrollo. Un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral traumática u otros trastornos cerebrales pueden hacer que el habla sea más lenta, o tenga pausas o sonidos repetidos. 

La fluidez del habla también puede verse alterada en el contexto de sufrimiento emocional. Las personas que no tartamudean pueden tener problemas de fluidez cuando están nerviosas o se sienten presionadas. Estas situaciones también pueden hacer que tartamudeen y pierdan fluidez.

Las dificultades del habla que aparecen después de un traumatismo emocional (tartamudez psicogénica) son poco frecuentes y distintas a las de la tartamudez del desarrollo.

La tartamudez puede aparecer entre los 2 a 6 años, cuando los niños están en pleno desarrollo del habla y lenguaje, siendo más frecuente en niños que en niñas. Hoy en día con una intervención adecuada y temprana (antes de los 5 años) o bien en casos de más edad, siempre que se empiece al poco tiempo de aparecer el problema, se puede llegar a solucionar el trastorno de la fluencia verbal en un porcentaje muy alto y así evitar su cronificación.

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