La importancia de los límites en la crianza respetuosa

Los límites son la clave para guiar, cuidar y proteger a nuestros pequeños. Te contamos lo importante que es educar a los peques con límites para lograr una crianza respetuosa desde el amor.

Los límites son aquellas normas que sirven como frontera, punto innegociable. Aquel punto a partir del cual no hay más allá, no se puede traspasar y si se hace, es casi siempre vivido como una agresión

Como padres brindamos los límites a nuestros peques con el fin de guiarlos y salvaguardarlos, son una forma de amor hacia ellos.

Hacer saber y respetar tus límites como persona y como padres es sano tanto para nosotros como padres, pero también para ellos, ya que:

Brindan la base para actuar en su día a día y favorecer una buena convivencia con los demás.
Salvaguardan su seguridad e integridad ya que evitan situaciones peligrosas.
Elevan su autoestima.
Los ayuda a crear su propio criterio en la toma de decisiones.
Promueven el sentido del respeto hacia uno mismo y hacia las demás personas.
Armoniza la relación padres-hijos-hermanos.
Facilita la crianza en general

Es importante que los límites sean claros y se apliquen a través de normas consensuadas, planteadas desde la empatía, libertad, amor y respeto, explicando la razón y posible consecuencia de cada norma y sobre todo que los adultos a su alrededor modelen con el ejemplo aquellas normas o conductas que se busquen favorecer, sobretodo los cuidadores principales.

La libertad de expresión es clave, ya que permite que los pequeños digan lo que piensan sobre cada una de las situaciones y reflexionen sobre el porqué está bien o mal hacer cierta acción, no solo porque sí o porque no. Además de enseñarles que la libertad implica que deben hacerse responsables de sus actos y comportamientos, asi como de las consecuencias de los mismos, asumiendo las decisiones que están tomando en ese momento.

》Recuerda ser el adulto que quieres que tu pequeño sea algún día《

Sobre todo toma en cuenta que las conductas de tu pequeño ante situaciones de estrés dependen del desarrollo cerebral de tu pequeño, niños menores de 5 años requieren paciencia extra ya que aún no es capaz de controlar impulsos y por ello sus conductas son más impulsivas que racionales.