Celos entre hermanos: todo lo que debes hacer para poder combatirlos!!!

Los celos en los hijos, son un tema muy importante ya que muchas veces los padres no se dan cuenta de que sus hijos están pasando por esta situación por eso, en Little Play te decimos todo lo que debes hacer para poder combatirlos.

Empecemos por la definición, para hacerla clara y precisa, pensemos que los celos son el monstruo de ojos verdes porque estos nos avisan del riesgo de perder aquello que ya es nuestro por la amenaza de un tercero, el rival.

Entendiéndolo así, a los tres años el amor de papá y mamá es lo que se puede perder, entonces el rival será el bebé recién nacido que ahora tiene toda la atención familiar.

Los celos son desagradables pero normales, surgen porque somos seres sociales en constante proceso de comparación

En donde los celos causarán interrogantes como:

“¿Soy igual, mejor o peor para mamá que ese bebé que arrulla en sus brazos?”

Entonces te preguntarás…

Pero ¿Qué reacciones provocan en mi hijo los celos?

Cuando surgen los celos los niños se sienten: enfadados, rabiosos y empiezan las agotadoras peleas entre los hermanos que rivalizan para no perder el amor y la atención de los papás.

También pueden mostrar síntomas psicosomáticos como los “¡me duele el estómago!”, dejar de comer, vomitar, tener miedos nocturnos o repetir conductas ya olvidadas como perder el control del esfínter.

Es su llamativa manera de encontrar respuesta a una importante pregunta a esa edad: “¿Quién soy yo en esta familia?”.

Te dejamos 10 consejos para poder combatirlos

Anticiparse ya que se debe favorecer el vínculo desde la infancia.
Implicar al hermano mayor.
Dedica tiempo y atención exclusiva.
Mantener una actitud amable pero firme.
Buscar juntos alternativas.
Dar explicaciones. Hacerles entender la razón del trato diferente, así les ayudamos a comprender su individualidad.
Favorecer actitudes de cooperación, a través de enseñar a compartir dando el ejemplo como adultos.
No ofrecer más atención al hijo que siente celos.
Evitar las comparaciones. Nuestros hijos no tienen por qué ser iguales.
Sobre todo se de ser muy pacientes.