La relación entre madre e hija es más complicada, pero quizá no sabemos por que, en Little Play te explicamos el por qué se vuelve más complicada.

La relación entre madre e hija, se vuelve complicada porque ambas partes son mujeres. Si bien en el proceso de la infancia tanto niños como niñas reciben de la madre aspectos emocionales a partir de los cuales se generen situaciones y habilidades como sano apego, seguridad, calidez y afecto, por lo tanto, más adelante la relación tiende a tomar otro rumbo de acuerdo a si se es mujer u hombre.

Entonces, en el caso del hombre, la relación de la madre determinará, particularmente, el modelo de relación que el hombre tendrá en la pareja; sin embargo, en el caso de la mujer, será el modelo de vida y el modelo emocional para la mujer adulta, pero también puede haber una rivalidad entre ambas.

Entonces, la rivalidad es el conflicto principal en la relación entre madre e hija.

Ya que el aprender a ser mujer, el como se ve una mujer y cómo maneja una mujer sus emociones, autoestima y relaciones son los aprendizajes elementales que tendrá una niña a partir de la figura materna.

Por lo que la madre le enviará mensajes constantes, frecuentemente contradictorios, de cómo ser mujer, mismos que la niña buscará constatar con un comportamiento imitativo de lo que la madre hace.

¿Y qué pasa cuando la hija llega a la adolescencia?

Pero al llegar a la adolescencia, por el contrario, al buscar su propia identidad distanciándose de la madre, buscará confrontar y de ahí los múltiples conflictos entre madre e hija: la hija sólo busca encontrar su propio modo de ver la vida.

También se puede observar que a su vez la madre con la hija, así como puede suceder en la relación padre e hijo varón, puede caer en la tentación de hacer de su hija una amiga o un reflejo de sí mismas, y con seguridad intentará imponer de forma inconsciente patrones y deseos propios para ser realizados por sus hijas.