Descubre todo respecto al examen – tamizaje auditivo – y previene patologías auditivas en tus hijos.

El tamizaje auditivo es una herramienta muy eficiente que permite detectar a tiempo si existe disminución de la audición o sordera en recién nacidos, sin causar dolor o molestia alguna; por lo tanto, se debe realizar a todos los recién nacidos 

¿Pero en qué consiste el tamizaje auditivo?

Consiste en colocar un pequeño audífono en el oído del bebé durante unos segundos, con lo cual podemos conocer su capacidad auditiva.

El tiempo ideal para realizar este examen es desde el día uno de nacimiento, hasta  máximo los 3 meses.

La detección temprana de pérdida auditiva es una actividad prioritaria para el desarrollo integral de los niños en los ámbitos comunicativo, oral, social y educativo.

¿Qué porcentaje detecta el tamizaje auditivo?

Únicamente el 50% de los niños con pérdida auditiva se logra identificar en niños nacidos a término y sin factores de riesgo asociados.

Es por eso que ampliar la cobertura de atención a bebés con factores de riesgo, antecedentes hereditarios o genéticos, así como aquellos con malformaciones craneofaciales o enfermedades neurodegenerativas es de suma importancia.

Además de realizar el seguimiento aún más frecuente o modificando los protocolos en función de las dificultades identificadas.

¿Qué pasa si se detecta a destiempo la pérdida auditiva?

Cuando se identifica la pérdida auditiva de manera tardía, las repercusiones temporales o permanentes de esta discapacidad, de uno o ambos oídos, generan mayor alteración principalmente en funciones básicas del lenguaje y de la comunicación.

Por lo tanto, realizar el tamizaje auditivo tempranamente nos permite separar aquellos niños que tienen un problema auditivo de aquellos que no lo tienen; minimizar las consecuencias de la pérdida auditiva y evitar las consecuencias incapacitantes que produce.

Finalmente y no menos importante, el detectar tempranamente los diferentes grados y tipos de pérdida auditiva, nos brindará los datos necesarios para una óptima intervención y la facilitación de habilidades propias del desarrollo infantil.