Qué bonito es escuchar la risa de los niños. Qué agradable es sentir sus carcajadas y qué fácil es provocarlas durante la infancia.
Reír, al igual que jugar, tiene un papel fundamental para el desarrollo emocional de nuestros hijos, y les proporciona beneficios que no imaginamos; algunos de estos son
A nivel fisiológico: cuando el niño suelta una carcajada está ejercitando los músculos de la cara y del abdomen. La risa es un excelente relajante muscular y liberador de tensiones, fortalece el corazón y el sistema inmunológico.
A nivel cognitivo: Estudios han demostrado que la risa aumenta la memoria, la atención, el aprendizaje y el pensamiento creativo debido a que el cerebro está más irrigado y oxigenado.
Es una herramienta ideal para educar. Cuando la situación se tensa y amenaza con perder el sentido con que empezamos, usar el humor y darle la vuelta es un recurso perfecto que arreglará cualquier contratiempo.
Aprenderá a gestionar mejor los conflictos. Crecer con sentido del humor le ayudará a tomarse la vida de otra forma, a no darle tanta importancia a los problemas, a relativizar más y a no angustiarse. Será un adulto positivo y más feliz.
Físicamente todo son ventajas. Con la risa el cuerpo recibe oxígeno que aprovechan los pulmones y el corazón. Se relaja gracias a las endorfinas que libera el cerebro en gran cantidad, sobre todo si las risas se convierten en carcajadas.
También la actividad cerebral aumenta, por lo que el niño que ríe estará más despierto y receptivo con su entorno.
El carácter se modela positivamente. Un niño risueño es un niño feliz que estará relajado y tranquilo, que actuará de modo asertivo y al que le resultará más sencillo ser cooperativo y empático. Llegará con más facilidad a las emociones de los demás y generará bienestar a su alrededor
Se desarrolla la inteligencia. Elaborar bromas y repetirlas pasa porque el niño analice el entorno, lo que le vuelve más observador y creativo. Su imaginación aumenta al igual que su vocabulario, a la vez que se vuelven más intuitivos e incluso maduros.
Un niño que se ríe es un niño feliz momentáneamente, un niño que se ríe contagia al resto con sus risas y genera bienestar a quienes le acompañan.
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