La crianza de los niños es una de las tareas más difíciles y satisfactorias del mundo, y por lo cual puede sentir que está poco preparado.
Te dejamos a continuación algunos consejos para la crianza de un niño, ya que pueden ayudarte a sentirte más satisfecho como padre y, también, a disfrutar más a tus hijos.
- Estimule la autoestima de su hijo
Los niños comienzan a desarrollar su sentido del yo desde que son bebés, cuando se ven a sí mismos a través de los ojos de sus padres.
Los niños asimilan el tono de voz, el lenguaje corporal y todas sus expresiones. Las palabras y acciones como padre tienen un impacto en el desarrollo de su autoestima más que ninguna otra cosa.
El elogio de los logros, aunque sean pequeños, hará que los niños estén orgullosos; permitirles que hagan cosas por sí solos los hará sentir que son capaces y fuertes. Por el contrario, los comentarios denigrantes o las comparaciones negativas con otros niños los hará sentir inútiles.
Evite las afirmaciones tendenciosas o usar palabras hirientes. Elija las palabras con cuidado y sea compasivo. Dígales a sus hijos que todas las personas cometen errores y que usted aún los ama, incluso cuando no apruebe su comportamiento.
- Reconozca las buenas acciones
El enfoque más positivo es reconocer las buenas acciones de los niños: “Hiciste la cama sin que te lo pidiera, ¡eso es genial!” Estos comentarios serán mucho más eficaces para alentar la buena conducta a largo plazo que las reprimendas continuas.
Proponte a encontrar algo para elogiar todos los días. Sea generoso con las recompensas: su amor, sus abrazos y elogios pueden hacer maravillas y suelen ser suficiente gratificación.
Establezca límites y sea coherente con la disciplina
En todas las familias es necesaria la disciplina. El objetivo es ayudar a que los niños elijan los comportamientos aceptables y aprendan a autocontrolarse.
Es posible que pongan a prueba los límites que usted establece, pero son imprescindibles para que ellos se conviertan en adultos responsables.
Poner reglas en la casa ayuda a que los niños entiendan sus expectativas y desarrollen el autocontrol. Algunas reglas pueden incluir, por ejemplo, no mirar televisión hasta que estén hechas las tareas y no permitir los golpes, los insultos ni las burlas hirientes.
Es recomendable que implemente un sistema: una advertencia seguida de consecuencias, que pueden ser una penitencia o la pérdida de privilegios. Un error frecuente que cometen los padres es no seguir adelante con las consecuencias. No puede disciplinar a los niños por una mala contestación un día e ignorar el hecho al día siguiente. Ser consistente les enseña qué es lo que usted espera.
- Haga de la comunicación una prioridad
No puede esperar que los niños hagan todo sólo porque usted como padre “así lo dice”. Ellos desean y merecen explicaciones al igual que los adultos. Si no dedicamos tiempo a dar explicaciones, los niños comenzarán a cuestionar nuestros valores y motivaciones, y a reconocer si estos tienen fundamentos.
Los padres que razonan con sus hijos les permiten entender y aprender sin emitir juicios de valor.
Deje en claro sus expectativas. Si hay un problema, descríbalo, exprese sus sentimientos e invite a su hijo a que busquen juntos una solución.
No olvide mencionar las consecuencias. Haga sugerencias y ofrezca alternativas. Además, esté dispuesto a escuchar las sugerencias de su hijo. Negocie. Los niños que participan en la toma de decisiones están más motivados a llevarlas adelante.
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