Tips para tener un regreso a clases seguro y sin llanto

El primer día de clases o el regreso a clases puede ser difícil para los niños y por lo tanto también para las madres. En primer lugar, debes comprender que reprender a tu hijo no será la solución. Y también que es completamente normal que su actitud no sea la más positiva. Hoy te damos algunos tips para que puedas apoyar a tu hijo en su regreso a clases.

Muchos niños se ponen nerviosos frente a nuevas situaciones. Y como padres debemos de mantener y fomentar la seguridad en nuestros pequeños. Para que a su vez cuando llegue el día, se sienta seguro de sí mismo. Su posible llanto y resistencia para quedarse, y la mezcla de orgullo y tristeza que sentirás al verlo cruzar esa puerta. Y pensar ¡la escuela no es una pesadilla!

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Háblele sobre las experiencias positivas que podrá tener y que tal vez verá a viejos amigos y conocerá nuevos.
Platique con su hijo antes y después de sus días de clase. Eso fomentará la comunicación entre ustedes y en caso de que el niño estuviera pasándola mal. Usted de inmediato ejecutará alternativas para lograr su estadía en clases más amena, divertida y cálida.
Si lo considera necesario, lleve a su niño en automóvil a la escuela (o camine con él o ella). Y recógelo al final del día, y lleguen temprano el primer día para reducir estrés innecesario.
Contemple la idea de empezar el horario del año escolar para levantarse y acostarse una semana antes del inicio de las clases. Para que el cambio de horario no sea un factor en sus primeros días de escuela.
De la oportunidad a su hijo de poder elegir su mochila.
Casi todos los estudios de investigación demuestran que los niños que comen un desayuno nutritivo se desempeñan mejor. Les va mejor en la escuela, se concentran mejor y tienen más energía. Algunas escuelas brindan desayunos; Si su escuela no lo hace, cerciórese de que sus niños coman un desayuno que contenga algo de proteína. Realice un desayuno divertido y sano para su hijo e involúcrelo en realizarlo.
Permítele llevar algún objeto que le brinde seguridad y que asocie con su círculo familiar (muñeco, amuleto, pañuelo, cobija).
No fomentes regresiones a etapas anteriores, es decir, hablarle como si fuera un bebé. Consentirlo demasiado o hacer que se apegue más a ti para compensar el desprendimiento.