TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE: AVERIGUA SI ESTA PODRÍA SER LA RAZÓN POR LA QUE TU HIJO TE DESOBEDECE

El trastorno negativista desafiante es un trastorno en el cual los niños adoptan una postura desafiante y desobediente. Es importante que conozcas sobre este trastorno. Te explicamos todo.

Es común que los niños y niñas de repente estén irritables y no te hagan caso cuando intentas regular su comportamiento, pudiendo llegar incluso a desafiarte, sin embargo cuando esto se vuelve intenso y frecuente quizá podríamos pensar que algo más les está sucediendo.

¿Qué es el trastorno negativista desafiante?

Se trata de un trastorno de conducta caracterizado principalmente por un patrón constante de irritabilidad, actitud desafiante y vengativa en la interacción con otros individuos (generalmente figuras de autoridad) que no son hermanos (as). A veces se suele pensar que son solo niños y que necesitan disciplina estricta que los controle, no obstante esto puede ser contraproducente, además de que si no se trata pueden producir un deterioro significativo en la adaptación de este en diferentes ámbitos.

Los síntomas se integran en los aspectos antes mencionados:

1. Irritabilidad.

Pierde la calma con frecuencia.
Se molesta con mucha facilidad.
Frecuentemente está enfadado y resentido.

2. Actitud desafiante y vengativa.

Busca discutir a menudo con personas de autoridad y los desafía activamente.
Se niega a ceder ante peticiones por parte de figuras de autoridad.
Molesta a otros deliberadamente y con frecuencia.
Tiende a culpar a otros por sus errores o su mal comportamiento.
A menudo es rencoroso o vengativo.

La manifestación de estos síntomas varía de acuerdo a la etapa de desarrollo de la persona, para poder considerar este trastorno, pues por ejemplo en los más pequeños (antes de los 5 años) se esperaría este comportamiento casi todos los días en un periodo de seis meses, mientras que en los niños de más de cinco años se espera que aparezca al menos una vez a la semana en ese mismo periodo de tiempo, para poder dar este diagnóstico. De igual forma se tiene que considerar si la frecuencia e intensidad de los síntomas no es coherente con su desarrollo y cultura.

Asimismo es importante mencionar que este trastorno les genera un malestar al individuo y a personas que lo rodean, además de tener un impacto negativo en uno o más ámbitos de su vida, dependiendo de la gravedad.

Causas

Existen diferentes teorías acerca de las causas de este trastorno, sin embargo no se ha llegado a un consenso. A pesar de ellos se habla de factores de riesgo:

Temperamentales: Dentro de los factores intrínsecos se encuentra la regulación emocional, es decir, personas que son muy reactivos emocionalmente o que tienen poca tolerancia a la frustración son propensos a padecerlo.
Ambientales: En este punto, los estilos de crianza son muy importantes, así se habla de que un estilo autoritario o negligente es contribuyente a este trastorno, por lo que una atención clínica puede ser útil para reducir la contribución del ambiente.

Si sospechas que tus hijos o alumnos podrían presentar este trastorno, lo mejor es acercarte con un profesional del área de la psicología o psiquiatría para recibir una orientación pertinente.