La cicatriz de la cesárea suele ser controversial en temas de estética.
¿Se quita? ¿Cómo desaparecerla?
Y más preguntas similares son las más frecuentes cuando se trata de una cicatriz de cesárea.
A continuación responderemos todas tus dudas al respecto y además te daremos algunas recomendaciones.
Si bien sabemos, la cesárea es una forma de nacimiento que se da a través del abdomen, por lo que es utilizada en casos extremos en donde es necesaria, por causa materna o por causa fetal.
Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de todos los cuidados que implica la cesárea, debido a que la abertura es muy profunda…
Pero, es algo que a muchas mamás les preocupa y más por lo interno, por lo externo, es decir, por lo estético y por cómo quedará se verá la cicatriz
Por eso, en Little play te decimos algunos cuidados que debes seguir para mantene cesárea…
- En los primeros 10 días la herida se debe lavar con agua y jabón neutro, además se debe secar muy bien y con cuidado para evitar jalar algún punto de la sutura.
- Se debe estar vigilando constantemente la herida buscando signos de infección, inflamación, sangrado o secreción, ruptura de punto o apertura de herida. Si ocurre esto se debe acudir inmediatamente al médico.
- Usar ropa interior ancha que evite el roce de la herida, preferentemente de algodón para que la misma pueda respirar a través de la tela.
- Las horas de sueño son importantes para la regeneración de los tejidos.
- No se debe realizar esfuerzos, ya que pueden afectar los puntos.
- Luego de retirar los puntos se puede aplicar yodo o crema cicatrizante que haya recetado el médico.
- Evitar tomar el sol, sobre todo en la zona de la cicatriz.
- Mantener el resto de la piel hidratada y tomar suficiente agua durante el día.
3 tips para reducir la cicatriz
- Hidratar constantemente la piel con crema hidratante a base de vitamina E
- Aplicar aceite de manzana dos veces por día durante 3 semanas ayuda a reducir las cicatrices
- No fumar, evitar el cigarrillo y los ambientes contaminantes, el bajo nivel de oxígeno en tu piel reduce su capacidad regenerativa.
¡OJO!