Ser mamá viene acompañado de muchas dudas y una de las más comunes es la alimentación, por eso te decimos qué comer después de una cesárea.

Una cesárea es un tipo de cirugía mayor, una intervención quirúrgica que consiste en hacer una incisión en la pared abdominal y uterina cuando no es posible un parto vaginal.

Por tanto,  la recuperación es un proceso delicado en el que se debe poner atención a diferentes factores para que la herida sane más rápido y se eviten infecciones.

Después de la cesárea debes comenzar con una dieta equilibrada, comenzando con sopas y caldos con un nivel bajo de grasas. Sobre todo debe ser rica en frutas, verduras; y en cuanto a las carnes lo mejor es comenzar por las recetas a la parrilla.

Por su parte, las proteínas son necesarias para ayudar a reparar los tejidos y promover la cicatrización, como por ejemplo pollo, pescado, carnes rojas, nueces y semillas. Otro elemento que no debe faltarte es la vitamina C, la cuál es popular por favorecer la cicatrización y previenen infecciones:

  • pollo
  • pescado
  • cítricos
  • fresas
  • jitomates
  • zanahorias
  • mango
  • piña
  • berros
  • cilantros
  • nabos

Además de una buena alimentación, el mantenerse hidratadas es fundamental para una buena recuperación, ya que ayuda a evitar estreñimiento común después del parto y por supuesto ayuda a eliminar las toxinas y a mantenerte en buen estado general.

Pero, ¿Cuáles son los alimentos que debes evitar los primeros días después de la cesárea?

  • Refrescos, el exceso de azúcar causa una producción excesiva de insulina que puede provocar la acumulación de grasa.
  • Legumbres, en especial lentejas y frijoles, ya que aumentan los gases y malestar intestinal.
  • Arroz blanco, suele provocar estreñimiento y el esfuerzo puede hacer que la herida se abra.
  • Pan, en general los alimentos ricos en hidratos de carbono pueden causar un aumento de peso repentino.
  • Comida rápida, las grasas saturadas dificultan la cicatrización y el exceso de sal puede provocar retención de líquidos.
  • Dulces, grandes cantidades de azúcar en la sangre no ayudan a la cicatrización.
  • Embutidos y alimentos fritos, son difíciles de digerir, por lo que pueden causar indigestión.
  • Café
  • Bebidas alcohólicas
  • Papas, al ser astringente suele causar distensión de las paredes del colón

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