Es importante realizar un diagnóstico precoz ante las primeras señales de alarma de nuestro bebé.

El tono muscular, también conocido como tensión muscular residual o tono, es la contracción parcial, pasiva y continua de los músculos.

Hipotonía (bajo tono) o Hipertonía (tono alto)

Cuando el tono está afectado, puede haber Hipotonía o Hipertonía, es una posible alteración de los bebés recién nacidos y es importante estar alerta para poder identificarlo  y así poder ayudarlos. 

Los bebés en los que persiste la Hipotonía Muscular no logran  mantener su tono muscular, son bebés que parecen flácidos y se sienten como si fueran «muñecos de trapo» al cargarlo.

Cuando están boca arriba descansan con sus miembros extendidos de manera suelta, mientras que los bebés con tono normal tienden a tener los codos y las rodillas flexionados.

Es común encontrar un deficiente control de la cabeza. La cabeza puede caer hacia un lado, hacia atrás o hacia adelante sin apenas control.

Además tras su crecimiento el niño no es capaz de mantenerse erguido sentado, voltearse o arrastrarse, y normalmente tienen problemas en la succión o masticación.

Cuando la Hipotonía persiste hay peligro de que el desarrollo del niño no sea el adecuado, que les cueste ponerse de pie, andar, e incluso hablar, ya que sus articulaciones tienen menos resistencias a los movimientos y puede ocurrir un aumento de la movilidad de las articulaciones. 

La Hipertonía es mucho más común en bebés prematuros, pues los músculos del bebé están preparados para desarrollarse dentro de un medio líquido. Cuando maduran fuera de la madre, lo hacen de una manera diferente. 

Además, el bebé en la incubadora está apoyado sobre una superficie plana, boca arriba (ya que dentro del útero se encontraba flexionado). Por estos motivos, en los bebés que nacen antes de las 32 semanas, predomina el tono de los músculos extensores.

La Hipertonía transitoria desaparece a los 18 meses. Cuando no hablamos de Hipertonía transitoria puede ser a causa de algún desajuste cerebral y para detectarlos hay varios signos de alarma.

Una de las formas en las que se pone de manifiesto este aumento del tono es por ejemplo a través del aumento de la resistencia que ofrece una extremidad cuando se le quiere mover pasivamente.

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